domingo, 29 de septiembre de 2019

PSICOLOGÍA COGNITIVA



14. PSICOLOGÍA COGNITIVA

Esta rama de la psicología general estudia los procesos internos de la mente implicados en conocimiento. Su objetivo es el estudio de los mecanismos básicos y profundos a través de los cuales se elabora el conocimiento, que van desde la percepción, la memoria y el aprendizaje, hasta la formación de los conceptos y razonamiento lógico.






¿En qué consiste la psicología cognitiva?

La psicología cognitiva es la vertiente de la psicología que se dedica al estudio de los procesos mentales como la percepción, la planificación o la extracción de inferencias. Es decir, procesos que históricamente se han entendido como privados y fuera del alcance de los instrumentos de medición que se han venido utilizando en estudios científicos.

El cognitivismo y la psicología cognitiva han supuesto un golpe sobre la mesa por parte de una comunidad de investigadores que no quería renunciar al estudio científico de los procesos mentales, y aproximadamente desde los años 60 han formado la corriente de psicología hegemónica en todo el mundo.

Para explicar los orígenes de la psicología cognitiva hay que retroceder a mediados del siglo pasado.
La psicología cognitiva y la metáfora computacional

Si en la primera mitad del siglo XX las escuelas dominantes en el mundo de la psicología eran la psicodinámica iniciada por Sigmund Freud y la conductista, a partir de los años 50 el mundo de la investigación científica empezó a vivir una época de cambios acelerados ocasionados por la irrupción de los progresos en la construcción de ordenadores.

A partir de ese momento empezó a ser posible entender la mente humana como un procesador de información comparable a cualquier ordenador, con sus puertos de entrada y de salida de datos, partes dedicadas a almacenar datos (memoria) y ciertos programas informáticos encargados de procesar la información de manera adecuada. Esta metáfora computacional serviría para crear modelos teóricos que permitiesen formular hipótesis e intentar predecir el comportamiento humano hasta cierto punto. Nacía así el modelo informático de los procesos mentales, muy utilizado en psicología a día de hoy.
La revolución cognitiva

A la vez que se sucedían los progresos tecnológicos en el ámbito de la informática, el conductismo iba siendo cada vez más criticado. Estas críticas se centraban, básicamente, porque se entendía que sus limitaciones no permitían estudiar adecuadamente los procesos mentales, al limitarse a extraer conclusiones sobre lo que es observable directamente y lo que tiene una repercusión clara sobre el entorno: la conducta.


De este modo, durante los años 50 surgió un movimiento a favor de una reorientación de la psicología hacia los procesos mentales. En esta iniciativa participaron, entre otros, seguidores de la antigua psicología de la Gestalt, investigadores de la memoria y el aprendizaje interesados en lo cognitivo, y algunas personas que se habían ido distanciando del conductismo y, especialmente, Jerome Bruner y George Miller, que encabezaron la revolución cognitiva.

Se considera que la psicología cognitiva nació como fruto de esta etapa de reivindicaciones a favor del estudio de los procesos mentales, cuando Jerome Bruner y George Miller fundaron el Center for Cognitive Studies de Harvard en el año 1960. Poco más tarde, en el 1967, el psicólogo Ulric Neisser aporta una definición sobre lo que es la psicología cognitiva en su libro Cognitive psychology. En esta obra explica el concepto de cognición en términos computacionales, como un proceso en el que se procesa información para poder usarla más adelante.
La reorientación de la psicología

La irrupción de la psicología cognitiva y el paradigma cognitivista supuso un cambio radical en el objeto de estudio de la psicología. Si para el conductismo radical de B. F. Skinner lo que debía estudiar la psicología era la asociación entre estímulos y respuestas que puedan ser aprendidas o modificadas a través de la expriencia, los psicólogos cognitivos empezaron a hipotetizar sobre estados internos que permitían explicar la memoria, la atención, la percepción, e infinidad de temas que hasta ese momento solo se habían tocado tímidamente por los psicólogos de la Gestalt y algunos investigadores de finales del siglo XIX y principios del XX.

La metodología de la psicología cognitiva, que heredaba muchas cosas del conductismo, consistía en realizar suposiciones sobre el funcionamiento de los procesos mentales, realizar inferencias a partir de estas suposiciones, y poner a prueba lo que se da por supuesto mediante estudios científicos, para ver si los resultados encajan con los supuestos de los que se parten. La idea es que la acumulación de estudios acerca de los procesos mentales irían perfilando cómo podría funcionar y cómo no funciona la mente humana, siendo este el motor del progreso científico en el campo de la psicología cognitiva.
Críticas a esta concepción de la mente

La psicología cognitiva ha sido fuertemente criticada por los psicólogos e investigadores asociados a la corriente conductista. El motivo es que, según su perspectiva, no hay motivo alguno para considerar que los procesos mentales son otra cosa diferente a la conducta, como si fuesen elementos fijos que permanecen en el interior de las personas y que están relativamente separadas de lo que ocurre a nuestro alrededor.

Así, la psicología cognitiva es visto como una perspectiva mentalista que, ya sea mediante el dualismo o mediante el materialismo metafísico, confunde los conceptos que se supone que deberían ayudar a entender el comportamiento, con el objeto de estudio en sí. Por ejemplo, se llega a entender la religiosidad como un conjunto de creencias que permanecen dentro de la persona, y no una disposición a reaccionar de ciertos modos ante ciertos estímulos.

Como consiguiente, los actuales herederos del conductismo consideran que la revolución cognitiva, en vez de aportar argumentos de peso contra el conductismo, se limitó a hacer ver que lo había refutado, haciendo pasar por delante del razonamiento científico los propios intereses y tratando a las atribuciones hechas sobre lo que puede estar ocurriendo en el cerebro como si fuese el fenómeno psicológico a estudiar, en vez de la propia conducta.
La psicología cognitiva a día de hoy

Actualmente la psicología cognitiva sigue siendo una importantísima parte de la psicología, tanto en investigación como en intervención y terapia. A su progreso han ayudado los descubrimientos en el ámbito de neurociencias y la mejora de las tecnologías que permiten escanear el cerebro para obtener imágenes sobre sus patrones de activación, como por ejemplo la fMRI, que aporta datos extras acerca de lo que pasa en la cabeza de los seres humanos y permite "triangular" la información obtenida en los estudios.

Sin embargo, cabe destacar que ni el paradigma cognitivista ni, por extensión, la psicología cognitiva están libres de críticas. Las investigaciones realizadas en el seno de la psicología cognitiva reposan sobre varios supuestos que no tienen por qué ser ciertos, como por ejemplo la idea de que los procesos mentales son algo distinto a la conducta y que lo primero causa lo segundo. Por algo es que, aún a día de hoy, existe el conductismo (o un descendiente directo de este, más bien, y no solo no ha sido totalmente asimilado por la escuela cognitiva, sino que además la critica duramente.





PSICOLOGÍA GENERAL



13. Psicología General

Esta rama de la psicología estudia las funciones mentales más comunes a todos los seres humanos, entre las cuales tenemos: percepción, atención y consciencia, motivación, emoción, volición (voluntad), aprendizaje, cognición, memoria y conocimiento, lenguaje, pensamiento, personalidad, resolución de problemas y lógica, siendo una de estas funciones mentales en sí mismas un área de estudio particular.




Psicología General
La psicología es el estudio de la mente junto con aquellos aspectos como la cognición, percepción emoción y comportamiento; además Es la disciplina que se encarga del estudio de las diferencias individuales, es decir, forma parte de la psicología de la personalidad.

Objeto de estudio de la Psicología General
Su objetivo fundamental es contribuir a la salud humana, investigando en qué medida el comportamiento humano puede ser causa, directa o indirecta, del padecimiento de todo tipo de enfermedades y problemáticas que afectan a la salud del ser humano. 

Psicología Social
Constituye una disciplina entre la psicologia y tiene por interes el estudio de las influencias del medio social en la conducta, es decir se encarga del estudio especializado de las conductas y a su vez estudia la forma y el porque el hombre lo hace de una manera o de otra según sea su socialización por medio de padres, familiares o amigos, estudiándolos desde su forma mental.

" Luís F. Valle López: La psicología social es el estudio sistematizado del comportamiento del ser humano dentro de su ambiente social y como interactúan, el ambiente social se ve impactado por el hombre y el hombre se ve impactado por el ambiente, donde es un constante evolución del ser humano con su externo social."


Métodos de la Psicología General y Social
Al igual que cualquier ciencia la psicología tiene sus propios métodos que le sirven para la investigación de un objeto entre los que se mencionan:
*Método Introspectivo o Introspección: Este método propone el estudio de los fenómenos de la consciencia y supone que la manera mas adecuada para ello es que es el propio individuo se autoanalice y auto observe, puesto que es el único que tiene acceso a su propia consciencia, el peligro esta en caer en pura subjetividad y sin la posibilidad de comprobar ninguno.

*Método Psicoanalítico: Es una variante del método de introspección, la diferencia es que ese método estudia los datos de la consciencia, mientras que en este se insisten el los datos del inconsciente obtenidos principalmente de la palabra asociación, este fue iniciado por Freud, pues el supone que es imposible conocer las motivaciones de la conducta sin antes conocer los procesos del inconsciente

*Método de la Observación: Consiste en la observación detallada y continua de una serie de datos, seleccionados con anterioridad sobre el comportamiento de la persona; esta observación debe estar regida por normas rigurosas y fijas, ya que no basta con una observación esporádica, ya que mediante la observación se trata de calificar cuantitativamente los rasgos del comportamiento

*Método Experimental: Este método científico son los que tienen mayor valor, puesto ue proporcionan mayor numero de datos y los que permiten un mayor control en su realización, la ventaja del experimento es que siempre es repetible con lo que se obtiene una máxima seguridad, su única dificultad estriba es que no es posible realizarla muchas veces en el hombre, ya que este por ser libre no pude ser objeto de cualquier experimento y mas si este atenta a su integridad personal, libertad o a su dignidad humana

Diferencias entre la Psicología General y Social

Psicología General.

La psicología general estudia la conducta y el comportamiento humano en general. 
Estudia al hombre como individuo particular. 
Estudia al individuo y sus caracteres propios como hombre normal y maduro. 
Le importa es el individuo como tal. 






PSICOLOGIA BASICA Y EXPERIMENTAL


12. Psicología básica y experimental

La psicología básica es una rama de la psicología totalmente volcada en la investigación de los procesos psicológicos más generales que tienen que ver con el comportamiento humano. Está orientada al estudio de los procesos psicológicos típicos de los seres humanos maduros y sanos, para descubrir tendencias y patrones que caracterizan a toda la población humana.

Esta especialidad de la psicología se encarga, por tanto, del estudio de los procesos psicológicos básicos como la memoria, la atención, el razonamiento o la toma de decisiones, poniendo mucho más énfasis en los mecanismos en los que se fundamentan estos que en el modo en el que el contexto influye en ellos.





Para llegar a una conclusión precisa y segura, los investigadores a menudo emplean diferentes métodos científicos. Esta es la principal área de enfoque de la psicología experimental. La psicología experimental explora conceptos básicos, como la memoria y la motivación, en áreas como la psicología infantil, social y educativa.

Casi todo el trabajo de psicología experimental se lleva a cabo en entornos controlados, como los laboratorios de investigación. Los psicólogos experimentales manipulan las variables de investigación para descubrir las relaciones entre la cognición y el comportamiento. 

Mientras que cada rama de la psicología se esfuerza por comprender el comportamiento y el pensamiento humano, la psicología experimental se centra en la realización de experimentos controlados con variables designadas, sujetos de prueba y resultados estadísticos.
Origen de la psicología experimental

Para algunos fue Charles Darwin con El origen de las especies quien inició el campo de la psicología experimental. Por una parte, no cabe duda de que la revolucionaria teoría de Darwin despertó interés en la relación entre la biología y la psicología. A principios de la década de 1900, los psicólogos comenzaron a usar las ciencias naturales para analizar y explicar la mente humana.

Sin embargo, esta comprensión inexacta de la mente humana como una máquina fue reemplazada por teorías funcionalistas. Por ejemplo, William James, el padre de la psicología estadounidense, fue fuertemente influenciado por la biología evolutiva y promovió la idea de que la mente es naturalmente adaptativa, sensible e inteligente.

Al final, fueron el conductismo y otras ramas de la psicología moderna las que contribuyeron a la formación de lo que conocemos hoy psicología experimental.


¿Qué hacen los psicólogos experimentales?

Los psicólogos experimentales desean estudiar los comportamientos, así como los diferentes procesos y funciones que apoyan estos comportamientos. Las pruebas se realizan en sujetos de prueba para comprender y aprender sobre diferentes temas, entre los que se incluyen la percepción, la memoria, la sensación, el aprendizaje, la motivación y las emociones.

Para comprender mejor el enfoque de la psicología experimental, existen cuatro principios fundamentales en los que los investigadores generalmente están de acuerdo para que los estudios psicológicos se consideren confiables. Estos principios son:
Determinismo: Los psicólogos experimentales, como la mayoría de los científicos, aceptan la noción de determinismo. Este es el supuesto de que cualquier estado de un objeto o evento está determinado por estados anteriores. En otras palabras, los fenómenos conductuales o mentales se expresan típicamente en términos de causa y efecto. Si un fenómeno es suficientemente general y ampliamente confirmado, puede denominarse ‘ley’. Las teorías psicológicas sirven para organizar e integrar leyes.
Empirismo: El conocimiento solo se deriva principalmente de experiencias relacionadas con los sentidos. Por lo tanto, solo se pueden estudiar las cosas que son observables. La noción de empirismo requiere que las hipótesis y las teorías se contrasten con las observaciones del mundo natural y no con un razonamiento, intuición o revelación a priori.
Parsimonia: Es la búsqueda de la simplicidad. Según este principio, las investigaciones deben realizarse sobre la más simple de las teorías. Si nos enfrentamos a dos teorías diferentes y contrastantes, se prefiere la teoría más parsimoniosa o básica.
Probabilidad: Según este principio, las hipótesis y las teorías deberían ser comprobables con el tiempo. Si una teoría no puede ser probada de ninguna manera concebible, entonces muchos científicos consideran que la teoría no tiene sentido. La probabilidad implica ‘falsabilidad’, que es la idea de que algún conjunto de observaciones podría probar que la teoría es incorrecta.

A estos principios se les puede añadir el de definición operacional u operacionismo. La definición operativa implica que un concepto se defina en términos de procedimientos concretos y observables. Los psicólogos experimentales intentan definir fenómenos actualmente no observables, como los eventos mentales, conectándolos a las observaciones por cadenas de razonamiento.

Fiabilidad y validez

La fiabilidad mide la consistencia, verificabilidad o repetibilidad de un estudio. Si la investigación se puede repetir y aún produce los mismos resultados (ya sea en un conjunto diferente de participantes o durante un período de tiempo diferente), entonces se considera confiable.

Por su parte, la validez mide la precisión relativa o la exactitud de las conclusiones extraídas de un estudio. Es la exactitud y la exactitud relativa de los estudios psicológicos. Para determinar la validez de una medida cuantitativamente, debe compararse con un criterio.

Se han distinguido varios tipos de validez. Son los siguientes:
Validez interna: en la que el estudio proporciona una fuerte evidencia de la causalidad entre dos factores. Un estudio que tiene una alta validez interna llega a la conclusión de que, de hecho, es la manipulación de la variable independiente es la responsable de los cambios en la variable dependiente.
Validez externa: en la cual el estudio se puede replicar en diferentes poblaciones y aún así producir los mismos resultados.
Validez de constructo: en la que se encuentra que las variables independientes y dependientes son representaciones precisas de los conceptos abstractos que se están estudiando.
Validez conceptual: en la cual la hipótesis que estaba siendo probada apoya la teoría más amplia que también se está estudiando.



PSICOLOGIA DE PAREJA Y FAMILIAR


11. Psicología de pareja y familiar

Esta rama de la psicología puede entenderse como una especialización dentro de la psicología clínica que también toma ingredientes de la psicología social y comunitaria y, en el caso de los servicios de terapia de pareja, de la sexología. Se centra en la resolución de conflictos en el seno de las familias, y las sesiones ofrecidas acostumbran a ser en grupo.





La Psicología Social Comunitaria es un campo de especialización de la psicología en el que se privilegia una óptica analítica que considera los fenómenos de grupos, colectivos o comunidades a partir de factores sociales y ambientales, a fin de realizar acciones orientadas al mejoramiento de las condiciones de vida de la gente. La metodología que utiliza privilegia un enfoque territorial, participativo para quienes están involucrados en sus procesos de intervención, intentando generar cambios de largo plazo en los sistemas sociales en los que esos grupos están insertos.

El uso de los términos psicología comunitaria (PC) y psicología social-comunitaria (PSC) suelen significar un mismo campo profesional, en particular el nombre psicología social-comunitaria tiene su origen en la necesidad de diferenciación disciplinar percibida por los grupos de profesionales psicólogos de centro y sud-América a finales de los años setenta, en lo que comúnmente ha sido denominado crisis de relevancia de la psicología social. Como bases fundamentales de esta propuesta es posible identificar el trabajo en terreno, aplicado sobre problemas concretos in situ (en el lugar de manifestación del fenómeno social), con un carácter participativo que permite involucrar a diversos actores en un contexto determinado resguardando el protagonismo de los sectores más vulnerables en la búsqueda de sus propias soluciones.

Existen disensos sobre el objeto de la psicología comunitaria en tanto las diferentes realidades sociales hacen que la disciplina se desarrolle en modos igualmente diferentes. Así, resulta natural que no exista uniformidad ante la diversidad que caracteriza al comportamiento social de masas, grupos e individuos; empero, existen propuestas conceptuales que permiten realizar una aproximación disciplinar al objeto de la disciplina, como por ejemplo la de Maritza Montero, quien señala que la Psicología Comunitaria es:

La rama de la psicología cuyo objeto es el estudio de los factores psicosociales que permitan desarrollar, fomentar y mantener el control y poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y social para solucionar problemas que los aquejan y lograr cambios en esos ambientes y en la estructura social. (Montero, M., 1984 p.390)

Esta definición permite entender que el campo de esta disciplina contempla la relación funcional entre individuo y su ambiente social, lo cual, puede dar lugar a distintas formas de comprensión. Entre las diferentes posiciones existentes alrededor del objeto perseguido por las corrientes contemporáneas tenemos a las siguientes:

Empoderamiento

Ciudadanía

Lucha contra la pobreza

Salud mental

Como se señaló líneas arriba, existen disensos sobre el fin último de la psicología comunitaria, lo que se expresa en lo diversos que resultan los objetos de interés de la disciplina, pero lo que queda claro es que alrededor de cualquiera de ellos existen factores psicosociales que favorecen o dificultan su logro.

La disciplina fue fundada en los Estados Unidos de América por psicólogos que buscaban superar las limitaciones de la psicología clínica tradicional en la promoción de la salud mental. Estos psicólogos tenían interés en ampliar la práctica psicológica a un mayor segmento de población, asimismo en superar el paradigma de daño-y-cura para trabajar en base a un enfoque preventivo.

Las ideas base de esta nueva visión de la psicología se evidencian en el constructo "Sentido de Comunidad o Pertenencia" (Sense of Community), introducido el año 1974 por Seymour B. Sarason, un destacado psicólogo educativo profesor emérito de la Universidad de Yale. Por estos mismos años se produjo la propuesta del modelo educativo piramidal hecha por Edward Seidman y Julian Rappaport, donde se proponía que psicólogos expertos en consejería trabajaran en forma conjunta con psicólogos de menor experiencia y 'promotores comunales' realizando un trabajo educativo comunitario que permitiera aliviar los problemas de las personas y prevenir sus dificultades. Además, se produciría un intercambio de saberes que a futuro permitiría a las personas solucionar por si solas sus dificultades, es decir serían autónomos para ejercer poder sobre su bienestar emocional. Este modelo fue un planteamiento osado y revolucionario para la época, siendo la piedra fundacional del enfoque de empoderamiento.

En el año 1986, luego de 22 años de trabajo tras la senda de la propuesta de Seymor Sarason, se dio un salto mayor al publicarse la Teoría del Sentido de Comunidad y el Índice del Sentido de Comunidad (Theory of Sense of Community and Sense of Community Index). Esta teoría es bastante amplia y permite aplicar el modelo a comunidades de distinta índole, como las religiosas, políticas, grupos atareos, e incluso a organizaciones, como por ejemplo los centros laborales y las escuelas. Sus autores son David McMillan (la teoría) y David Chavis.

En la actualidad, la Psicología Comunitaria ha tenido un amplio desarrollo en América Latina, lo cual tiene sus raíces en las reflexiones académicas y prácticas de la década del ochenta. Entre sus principales representantes se encuentra Maritza Montero, Irma Serrano-García, Gerardo Marín e Ignacio Martín-Baró (S.J.), entre muchos otros. Sus principales referentes son la educación popular, la investigación acción participante de Orlando Fals Borda, la teología de la liberación, la sociología militante, la tecnología social de Jacobo Varela, la sociología del desarrollo, el trabajo comunitario, y las influencias de la psicología social aplicada europea de finales de los setenta. Junto a ello, las críticas de diversos profesionales en torno al auge de una psicología de corte empirista, técnica y alejada del estudio de los problemas de desarrollo y justicia social en América Latina (que durante al menos tres décadas habían marcado el desarrollo de las ciencias sociales en el continente), terminaron por sentar las bases para la apertura de un campo profesional de marcada orientación al terreno y al contacto directo in-situ con las situaciones de precariedad.

Herramientas metodológicas

La psicología comunitaria es una disciplina orientada a la solución de problemas y optimización de recursos. Debido a esto, los psicólogos comunitarios cuentan con una serie de métodos y técnicas eficientes tanto para generar conocimiento como para intervenir en la realidad social. Cabe señalar que muchas de estas herramientas son compartidas con múltiples disciplinas sociales pero que ya en el contexto contemporáneo vienen a ser un elemento compartido multidisciplinar.

En la tradición metodológica latinoamericana se ha destacado la original producción en torno a la Investigación-Acción; al elaborado desarrollo existente originada en los aportes de Kurt Lewin, la integración de las propuestas de Argyris y Schön se sumaron al compromiso militante de los 70'. Esta confluencia dio como resultado la IAP (investigación acción participación) que fundo la originalidad de la PC Latinoamericana.

Construcción de conocimiento

En la psicología comunitaria cobra crucial importancia la construcción de conocimiento debido a que usualmente la información que permite tomar decisiones y alcanzar los objetivos de trabajo tienen significado únicamente para las poblaciones con las que se trabaja, por consiguiente, todo proceso de intervención requiere necesariamente que se construya conocimiento significativo para sí mismo.

Encuesta

Entrevista

Historias de vida

Grupos focales

Talleres participativos.

Contextos Colaborativos.

Intervención

La psicología, y en general otras disciplinas, buscan solucionar problemas u optimizar procesos a partir de una serie de procedimientos llevados a cabo sistemáticamente. Este proceso se puede comprender como 'intervención'. Aunque la noción de "intervención" ha sido asociada a formas de construcción relacionales asociadas al modelo experto/destinatario, el término expresa los modelos de estrategias más utilizados en los que la "intervención externa" produce cambios. Campos de "intervención"

Proyectos sociales (Desarrollo Social Local, socioeconómico, cultural y psicosocial)

Proyectos de Construcción de Ciudadanía. (Equidad, participación comunitaria, desarrollo de redes sociales y comunitarias)

Proyectos de mejora de la Calidad de Vida (Salud, educación, Habitat, relaciones interpersonales)

Proyectos de Fortalecimiento Cultural (recuperación de Capital Social y Cultural, trabajo sobre procesos de des-colonización y reconocimiento de las identidades socioculturales exluídas)

Los instrumentos más habituales han sido: 
Investigación Acción Participativa (IAP)
Animación Sociocultural
Capacitación, fortalecimiento de saberes locales, sistematización de experiencias locales.
Detección, reconocimiento, creación y movilización de Redes (sociales, comunitarias y familiares)


PSICOLOGÍA COMUNITARIA



10. Psicología comunitaria

La psicología comunitaria puede entenderse como una deriva de la psicología social orientada a la investigación e intervención sobre problemas que afectan a comunidades específicas y colectivos localizados de personas.

Su objetivo es generar tanto cambios materiales en el contexto de estas personas como nuevas dinámicas de relaciones entre ellas que permitan que su calidad de vida y capacidad de decisión mejoren.

Además, la estrategias de investigación e intervención de los psicólogos comunitarios promueven la participación de los miembros de la comunidad en todo el proceso.







¿Qué es la Psicología Comunitaria?

La psicología comunitaria, o psicología social comunitaria, es una teoría y una metodología que surge en los países americanos, tanto del norte, como del centro y el sur, y su objetivo principal es producir transformaciones en las comunidades procurando el fortalecimiento y la participación de los actores sociales en sus propios entornos.
¿De dónde surge?

Es una teoría interdisciplinaria porque incluye un conjunto organizado de ideas y conocimientos que provienen no solo de la psicología, sino de otras ciencias especialmente humanas y sociales, como la antropología, la sociología o la filosofía.

Se nutre también de la actividad política de movimientos disciplinarios transformadores, como la antipsiquiatría o la salud mental comunitaria, que surgieron en Italia y Estados Unidos a mediados del siglo XX y que hicieron un señalamiento o denuncia sobre algunas limitaciones de las formas tradicionales de hacer psicología.

De igual forma tiene influencias importantes del pensamiento latinoamericano revolucionario, como la sociología militante impulsada por el colombiano O. Fals Borda, o el modelo de educación popular del brasileño Paulo Freire.

Como teoría, la psicología social comunitaria se encarga de de estudiar los factores psicosociales, es decir, los elementos tanto psíquicos como sociales implicados específicamente en el control y el poder que las personas ejercemos sobre nosotras mismas y sobre nuestros entornos.

Por esto la psicología comunitaria se relaciona estrechamente con los conceptos de poder, autogestión y empoderamiento, y se inscribe en una corriente de transformación crítica que supone que la sociedad es una construcción colectiva de las personas que la conforman, a su vez influidas por esa construcción, susceptible de crítica y cambios (Montero, 2012).
De la teoría a la práctica

Es decir que la psicología comunitaria es también una metodología: a partir de sus planteamientos teóricos podemos desarrollar estrategias de intervención que promuevan que las personas seamos agentes de cambio en nuestros propios entornos y agentes activos en la detección de nuestras necesidades y la solución de nuestros problemas.

Aquí es donde podemos ver una diferencia o incluso un distanciamiento con la psicología social y clínica tradicional: no es el interventor, el técnico, las instituciones estatales, religiosas, políticas o privadas, sino los agentes sociales de la propia comunidad quienes se reconocen como los protagonistas, los especialistas y los productores del cambio.

Por lo anterior, la psicología comunitaria se plantea también como un proyecto de psicología para el desarrollo; un desarrollo que va más allá de la dimensión individual, pues su objetivo no es solamente modificar la psicología de las personas, sino también impactar el hábitat y las relaciones individuo-grupo para lograr cambios cualitativos tanto en ese hábitat como en las relaciones.
Conceptos clave: empoderamiento, comunidad...


La psicología social comunitaria considera que el espacio donde se necesita y se puede establecer una relación transformadora es aquél en el que la gente desarrolla la vida cotidiana, esto es, la comunidad.

Al ser la comunidad el espacio donde pueden producirse transformaciones sociales, son los actores que conforman esa comunidad quienes tendrían que gestionar y producir esas transformaciones: son ellos y ellas quienes experimentan día con día tanto los conflictos como los acuerdos.

Pero esto muchas veces no ocurre, sino que frecuentemente se delega la responsabilidad y la capacidad de generar soluciones a personas o grupos que son externos a las comunidades, generalmente las instituciones o los agentes que se consideran expertos.

Lo que propone la psicología comunitaria es que el acercamiento de quienes se consideran expertos o de las instituciones sociales, aunque es necesario en un primer momento, no puede permanecer en la comunidad como el único agente de cambio, sino que se trata de promover que sean las personas de la comunidad quienes fortalezcan la autogestión y promuevan la transformación. Es decir que el interventor tendría que promover su propia retirada de la comunidad, siempre que sea externo.

Así, la finalidad es desarrollar, fomentar y mantener el control, el poder, la participación activa y la toma de decisiones de las personas que forman una comunidad (Montero, 1982). De este planteamiento surge el concepto de fortalecimiento o potenciación, palabra que posteriormente se transformó en “empoderamiento” porque se trasladó el concepto anglosajón “empowerment”.

El problema de este último es que significa literalmente “dotación de poder”, lo que nos lleva a pensar erróneamente que un psicólogo o psicóloga comunitaria es quien “tiene el poder”, y se encarga de “repartir” ese poder a las personas que no lo tienen.
¿Empoderamiento o fortalecimiento? Poder y participación

En realidad, la propuesta de la psicología comunitaria es más cercana al proceso de fortalecimiento, donde el poder no es un regalo o una donación, sino un logro que surge de la reflexión, la conciencia y la acción de las personas según sus propios intereses, es decir, el poder y el fortalecimiento son procesos colectivos.

Esto supone que la investigación en psicología social comunitaria es participativa, y el desarrollo y puesta en marcha de proyectos de intervención toman en cuenta muchos factores (psicosociales) que van más allá de la psicología o la personalidad de los individuos.

Algunos ejemplos de los elementos a tomar en cuenta son son la ubicación geográfica, los datos demográficos, las características socioculturales, la historia de la comunidad, las actividades cotidianas, la educación, las características de las instituciones, los procesos de salud y enfermedad, los recursos, los problemas y las necesidades, que se detectan mediante diagnósticos participativos.



PSICOLOGIA SOCIAL


9. Psicología social

Esta es una de las ramas de la psicología más interesantes, ya que pone especial énfasis en la dimensión de lo colectivo, las relaciones entre personas en un contexto. Así, la psicología social está orientada a investigar el modo en el que la presencia de otras personas (ya sean reales o imaginadas) afecta a los procesos mentales del individuo.

Se trata, por lo tanto, de una especialización que, aunque pertenece a la psicología, se acerca a la sociología más que las otras ramas. Además, al ser uno de los grandes ámbitos de la psicología, puede tener un importante papel en el resto de ramas de esta disciplina: en la psicología de las organizaciones, en la educativa, etc.







Psicología social: definición

La psicología social es una rama dentro de la psicología que analiza los procesos de índole psicológica que influencian al modo en que funciona una sociedad, así como la forma en que se llevan a cabo las interacciones sociales. En suma, son los procesos sociales los que modulan la personalidad y las características de cada persona.

También se suele describir a la psicología social como la ciencia que inquiere acerca de los fenómenos sociales, tratando de desentrañar las leyes y principios por los que se rige la convivencia entre humanos. Así pues, esta rama de la psicología se encarga de investigar las distintas organizaciones sociales, intentando extraer patrones de conducta de las personas que conforman el grupo, sus roles y el conjunto de situaciones que modulan su comportamiento.
¿Qué estudia exactamente la psicología social?

El objeto de estudio de la psicología social son, como hemos dicho, la influencia de las relaciones sociales sobre la conducta y los estados mentales de las personas. A este efecto, uno de las teorías clave en esta disciplina es la del interaccionismo simbólico. Uno de sus antecesores, George H. Mead, desarrolló un profundo estudio sobre lenguaje, gestos y conducta, como productos de las relaciones interpersonales que permiten la vida en comunidad y, concretamente, sus interacciones personales cara a cara.

Obviamente, en nuestras sociedades existen organizaciones e instituciones constituidas alrededor de ciertos condicionantes socioculturales que son un producto de la interacción entre personas. Siendo así, no es difícil imaginar que existe una conciencia colectiva que nos facilita la comprensión de estas articulaciones sociales.

La psicología social, pues, estudia los procesos psicológicos y sociales observables, cosa que nos ayuda a entender cómo actuamos los individuos cuando formamos parte de grupos o sociedades. La psicología social también engloba el estudio de las actitudes personales y la influencia (bidireccional) con el pensamiento social.

Y, por supuesto, otro elemento que la psicología social tiene en cuenta es el contexto histórico en el que ocurren los eventos psicológicos, dado que el comportamiento se da siempre sobre una serie de precedentes materiales y simbólicos que influyen en lo que hacemos.
Representantes e investigadores de la psicología social

Vamos a conocer algunos de los representantes más destacados de este ámbito de la psicología.
August Comte


Uno de los principales representantes de la psicología social por su relevancia en el surgimiento de esta disciplina, es el sociólogo francés Auguste Comte (1798 - 1857). Este investigador fue el pionero en plantear conceptos como la moral positiva y preguntarse acerca de varios aspectos que relacionaban el rol del sujeto en el sí de una sociedad y cultura, además de no abandonar su curiosidad por los fundamentos psicobiológicos que influyen también en la conducta humana.
Karl Marx


Otro de los autores precursores de la disciplina de la psicología social fue el filósofo, economista y sociólogo alemán Karl Marx (1818 - 1883). Este fructífero intelectual empezó a sugerir ciertos conceptos y elementos que servirían, posteriormente a su muerte, para establecer las bases de la psicología social. Por ejemplo, fue el precursor de una línea de investigación que relacionaba las influencias culturales, institucionales, religiosas, materiales y técnicas sobre la psicología del individuo.

Entre las aportaciones de Karl Marx a los inicios de la Psicología Social encontramos el hecho de remarcar que lo que pensamos y sentimos está históricamente construido, no surge de nuestro interior de manera aislada.
La escuela estadounidense: Mead, Allport y Lewin

A los dos intelectuales citados antes, podemos añadir la enorme influencia de los que, esta vez sí, se consideran los padres fundadores de la psicología social. Tres psicólogos estadounidenses: George Mead, Floyd Allport y Kurt Lewin.


El último de ellos, Kurt Lewin (en la imagen), es considerado el artífice de la denominada Psicología Social Moderna, escuela que a la postre construyó los cimientos sobre los que se edificaría la Psicología de la Gestalt. Es, además, el autor de la Teoría de Campo, que nos explica que las variaciones individuales de la conducta en relación a la norma están fuertemente condicionadas por la pugna entre las percepciones subjetivas del individuo y el ambiente psicológico en que se encuentra. 


Así pues, Lewin concluye que el comportamiento humano solo puede ser cognoscible dentro de su propio entorno, en su ambiente. La conducta, entonces, debe comprenderse como una miríada de variables interdependientes.
Escuelas psicológicas que se nutren de la psicología social

Siendo la psicología social una subdisciplina amplísima que aborda múltiples procesos de interacción entre el individuo y la sociedad, no es de extrañar que muchas escuelas psicológicas hayan basada gran parte de sus enseñanzas y sus desarrollos a esta.

Por ejemplo. podemos encontrar distintos abordajes en el psicoanálisis, el conductismo, la psicología postmoderna y la psicología de los grupos.
Psicoanálisis

El psicoanálisis, cuyo máximo representante es Sigmund Freud, es una de las escuelas más tradicionales. El psicoanálisis emplea algunos principios de la psicología social como la disciplina que inquiere acerca de las pulsiones y represiones colectivas, que emergen del interior del inconsciente de cada persona para posteriormente influir en lo colectivo y condicionar lo social.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el psicoanálisis no forma parte de la psicología social ni se basa en la epistemología de la psicología científica en general.
Conductismo

Por otra parte, el conductismo concibe la psicología social en la medida en que nos aporta datos sobre la influencia social. El conductismo se focaliza en observar y analizar la conducta individual teniendo en cuenta la influencia del entorno social y cultural.
Psicología postmoderna

La psicología postmoderna trata de analizar mediante la psicología social aquellos elementos que influyen en la diversificación y la fragmentación de la sociedad.
Psicología de los grupos

Desde el enfoque de la psicología de los grupos, todo colectivo conforma una unidad de análisis con su propia idiosincrasia particular. En consecuencia, la psicología social trata de llevar a cabo un estudio ponderado entre lo social y despersonalizado y entre lo subjetivo y particular.
Experimentos famosos en psicología social

Los experimentos, investigaciones y estudios más conocidos en el ámbito de la psicología social son los siguientes:

1) El experimento de la muñeca Bobo de Albert Bandura

En este estudio se demostró que la violencia y la agresión son aprendidas mediante la imitación. Fue uno de los estudios pioneros en este ámbito, y ha sido repetido para evaluar la medida en que la exposición a contenidos violentos en los medios de comunicación influye en el comportamiento agresivo de los espectadores.

Puedes saber más sobre este experimento accediendo a este post:

2) El experimento de la prisión de Stanford, de Philip Zimbardo

Uno de los estudios más controvertidos y célebres en psicología social, consistió en un ejercicio simulado en el que estudiantes universitarios adquirieron durante unos días el rol de reos y guardias en una cárcel artificial. Zimbardo demostró que, ante unas determinadas circunstancias, las personas asumirían su papel hasta el punto de llegar a actuar de una forma poco ética. Es un estudio clásico sobre el poder de la situación social.

Descubre todos los detalles de este experimento leyendo este artículo:

3) Asch, Sherif, Milgram…

Otros experimentos notables como el experimento de Solomon Asch, el experimento de la Cueva de los Ladrones de Sherif o el experimento de Milgram también tienen una importancia crucial en el campo de la psicología social.


PSICOLOGIA DEL DEPORTE



8. Psicología del deporte

La rama de la psicología del deporte tiene como fin implementar estrategias para hacer que el rendimiento psicológico y físico de los deportistas los lleve a mejorar sus resultados, tanto en lo que respecta a su rendimiento individual como en el que involucra a su cooperación y coordinación con otras personas de su equipo (si hay equipos en el deporte en cuestión). El objetivo es hacer que las dinámicas psicológicas, las estrategias aprendidas y el estado emocional en el que se encuentra el deportista lo lleven a encontrarse en una situación óptima para exprimir al máximo sus capacidades.

Los psicólogos y psicólogas que optan por esta rama intervienen en muchos de los procesos que se abordan desde la psicología clínica y la educativa, como el seguimiento de autoinstrucciones, el desarrollo de una buena autoestima y autoimagen, la resolución de conflictos, los hábitos que tienen que ver con la comunicación durante las sesiones de deporte, etc.





1. Deporte de Rendimiento

• Deporte Profesional.

• Deporte de Alto Rendimiento.

• Deporte de otros Niveles de Rendimiento.

2. Deporte de Base e Iniciación

• Actividad Física y Deporte Escolar y Universitario.

• Deporte Comunitario.

3. Deporte de Ocio, Salud y Tiempo Libre (Juego y Recreación)

• Deporte para todos.

• Deporte para poblaciones con necesidades especiales (minusvalías, tercera edad, marginación,...).

En el campo de aplicación de la Psicología de la Actividad Física y el Deporte, las funciones que realiza el psicólogo son las siguientes:

• Evaluación y Diagnóstico.

• Planificación y Asesoramiento.

• Intervención.

• Educación y/o Formación.

• Investigación.

El Psicólogo de la Actividad Física y del Deporte en el desempeño de sus funciones ha de tener en cuenta a todas aquellas personas e instituciones que intervienen e interactúan en el contexto deportivo, como son los deportistas, técnicos deportivos (de base, elemental y superior), directivos, espectadores, familiares, medios de comunicación, asociaciones, organizaciones e instituciones deportivas y otros profesionales de las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

Desarrollo Histórico

La Psicología de la Actividad Física y del Deporte tiene como eje básico y fundamental a la Psicología Científica, de la cual se constituye como un área de aplicación. Por otra parte, esta disciplina se apoya, aunque en menor medida, en los conocimientos específicos provenientes de las Ciencias del Deporte, que perfilan el ámbito de aplicación y los conocimientos complementarios adecuados para el desarrollo del área.

Podríamos entender que este campo de aplicación de la Psicología tiene un largo historial de antecedentes si consideramos como tales el interés de la ciencia y la filosofía por lo corporal y deportivo; sin embargo, y de manera más restrictiva, ajustándonos a un concepto de disciplina científica formalizada, podríamos establecer sus raíces en los mismos comienzos de la psicología experimental de Wundt y sus trabajos de laboratorio, centrados en el estudio de los tiempos de reacción y las respuestas motrices. Por otra parte, nos tenemos que referir a los comienzos de siglo XX para encontrar las primeras reseñas documentadas que explícitamente se refieren a la psicología aplicada a la actividad física y el deporte. Estas aportaciones se produjeron, al igual que en otras áreas de conocimiento, en determinados países y al hilo de los acontecimientos históricos de mayor calado social; en concreto, las primeras referencias encontradas provienen principalmente de tres lugares: la antigua URSS, Alemania y Estados Unidos.

Aunque nuestro conocimiento de las aportaciones de los países de la Europa del Este son limitados, podemos mencionar los trabajos realizados en la década de los años veinte por A. Rudik o P. Puni, quienes partiendo de una metodología experimental de laboratorio, se centraban en la realización de evaluaciones psicológicas a los deportistas, en ciertas variables (tiempo de reacción -especialmente-, inteligencia, personalidad, etc.). Esta orientación se iría modificando con el tiempo, centrándose más en deportes específicos y su vertiente aplicada, con una creciente atención a la preparación psicológica del deportista para la competición.

En otro continente, encontramos las aportaciones de psicólogos norteamericanos, como las del pionero C. Griffith, quien fundó el primer laboratorio de psicología del deporte en EE.UU. Griffith dedicó buena parte de su trabajo a la investigación experimental en laboratorio (tiempos de reacción, habilidades motrices, aprendizaje,...) complementándolo con aportaciones más aplicadas -incluso fue contratado en 1925 por un equipo deportivo de la Universidad de Illinois, y en 1932 por un equipo profesional de béisbol- mediante sus observaciones de campo y las entrevistas a entrenadores y deportistas, con el fin de estudiar los factores psicológicos implicados en el deporte.

Mientras tanto, en Europa occidental y antes del inicio de la II Guerra Mundial, encontramos en Alemania ciertos estudios sistemáticos en psicología del deporte, interesados en el papel de los factores psicológicos, especialmente los motivacionales y emocionales, sobre el rendimiento y la competición deportiva.

En conjunto podemos decir que el momento crucial para la formalización de esta disciplina fue la celebración del I Congreso Mundial de Psicología del Deporte, realizado en Roma en 1965. En éste, contribuyeron de forma significativa algunos españoles como J. M. Cagigal, J. Ferrer-Hombravella o J. Roig, considerados como los iniciadores de la Psicología del Deporte en España; el primero indisolublemente ligado a la creación en Madrid del Primer Instituto Nacional de Educación Física en 1967 y los siguientes vinculados al Centro de Investigación Médico-Deportiva creado en Barcelona en el año 1964 y relacionado con el INEF-C.

Tras la celebración del Congreso de Roma y la constitución de organizaciones científicas especializadas a nivel europeo (FEPSAC) e internacional (ISSP) -con participación española en los niveles de dirección de la misma- se consolida la participación en diversos encuentros científicos y la difusión de los trabajos en publicaciones especializadas, llegando incluso a celebrarse en Madrid el III Congreso Mundial de Psicología Deportiva en 1973.

A partir de dos núcleos de trabajo en los Institutos Nacionales de Educación Física (INEF) de Madrid y Barcelona, primero, y a través de la creación de asociaciones profesionales, después (donde se agrupan personas interesadas en este campo, tanto desde su vertiente académica o de investigación como desde la aplicada) y apoyándose en la celebración de congresos nacionales, en Barcelona en 1986 y luego en Granada en 1988, se puso en marcha la Federación Española de Asociaciones de Psicología de la Actividad Física y el Deporte, llegando a formar parte de éstas asociaciones de prácticamente todo el territorio nacional, y desde donde se impulsaría la apertura a otros ámbitos. Los hitos más importantes que han facilitado su conformación actual han sido la promoción de unidades de investigación y docencia en distintas universidades, y la constitución de algunas secciones en los colegios profesionales de psicólogos, ejes que en conjunto son responsables de la existencia de investigación, docencia, difusión, promoción e intervención profesional en psicología del deporte.

En estos momentos nos encontramos con la presencia de materias y cursos de especialización en Psicología del Deporte en distintas Universidades (masters y postgrados) camino iniciado en la Universidad Autónoma de Barcelona, la consolidación del área de la psicología deportiva en los currículos de todos los Institutos Nacionales de Educación Física y se comienza a publicar en 1992 la Revista de Psicología del Deporte, órgano de expresión de la Federación Española y con una orientación y contenidos académico y profesional de calidad, permitiendo su difusión internacional.

Se puede concluir diciendo que la Psicología de la Actividad Física y el Deporte es un área consolidada, caracterizada por una creciente elevación del nivel de calidad y cantidad de los trabajos e investigaciones y una configuración académica y profesional en muchos lugares de España. Asimismo, y a partir del punto de inflexión que supuso la celebración del V Congreso Nacional de Psicología del Deporte en Valencia (1995), podríamos decir que parece abrirse una etapa donde la Psicología del Deporte se va a desarrollar principalmente en sus propias instituciones, con un mayor peso de los Departamentos de Psicología, en estrecha colaboración con los centros de educación física y deportiva -principalmente sus áreas de psicología- así como con las asociaciones profesionales (representadas globalmente por la Federación Española de Asociaciones de Psicología del Deporte) y el creciente e importante papel en la defensa y promoción de la vertiente profesional de esta disciplina en el Colegio Oficial de Psicólogos.

Funciones

La función de un psicólogo de la actividad física y el deporte comienza con una evaluación psicológico-deportiva que se adecuará al área de actuación (deporte de rendimiento, de base e iniciación o deporte de ocio, salud y tiempo libre). Prosigue con una planificación y programación de la intervención a realizar y continua con la evaluación o control del trabajo llevado a cabo. Estas funciones se pueden complementar con otras referentes a la educación, formación e investigación.

La evaluación se basa en los principios establecidos desde la psicología científica por cuanto dicha evaluación pretende:

1. Centrarse en las conductas o variables criterio y otras relacionadas con ellas, para lo cual se llevará a cabo un análisis funcional de la situación (ambiente deportivo) y del comportamiento que presenta el deportista o equipo deportivo, que nos ayudará a:

2. Identificar las condiciones que controlan las mismas.

Ambas cuestiones nos permitirán poder orientar correctamente nuestra intervención.

Una vez llevada a cabo esta evaluación que deberá contar con la rigurosidad metodológica pertinente, se debe realizar una planificación de las alternativas y posibilidades de intervención o trabajo psicológico más adecuado a cada situación y caso particular.

La planificación implica un proceso complejo, pero al mismo tiempo crucial, por cuanto se lleva a cabo con el objetivo de optimizar nuestra intervención. Dicho proceso implica:

• La definición de los objetivos que pretendemos alcanzar.

• El establecimiento de las posibles alternativas de actuación.

• La elección y puesta en práctica de un plan (programa de trabajo).

• La elección y utilización de las técnicas, instrumentos y procedimientos más adecuados.

• El establecimiento de sistemas de control y evaluación parciales para llevar a cabo los ajustes y las modificaciones oportunas en cada caso o situación.

• La evaluación final para comprobar la consecución de los objetivos.

En esta planificación y programación se deberá tener en cuenta la necesidad de coordinación con el resto de los especialistas en ciencias del deporte que estén trabajando con el deportista o equipo deportivo, para que de forma interdisciplinar se pueda obtener la máxima efectividad de la intervención. Todo ello debe formar parte de un programa de intervención psicológica que puede ser o bien un programa de intervención en el deporte de base e iniciación y deporte de ocio, salud y tiempo libre, o bien un programa de entrenamiento psicológico propiamente dicho en el deporte de rendimiento.

Tras la intervención se debe llevar a cabo una evaluación del grado de consecución de los objetivos planteados, así como la consideración de posibles modificaciones a incorporar en situaciones futuras de cara a mejorar nuestro resultados.

Básicamente las funciones del Psicólogo de la Actividad Física y del Deporte son las siguientes.

1. Evaluación y Diagnóstico

Esta función tiene como objetivo tratar de identificar la conducta objeto de estudio en sus diferentes variables de respuesta, así como aquellas que las mantienen o las controlan.

La evaluación no se reduce sólo al análisis de sujetos, sino que ha de centrarse en las relaciones que las personas establecen con su medio físico, biológico y social. Por ello el Psicólogo de la Actividad Física y el Deporte debe evaluar el contexto deportivo que incluye a los deportistas, entrenadores, jueces, directivos, familiares, espectadores, medios de comunicación, etc.

Para llevar a cabo dicha evaluación, el Psicólogo de la Actividad Física y el Deporte utiliza instrumentos y procedimientos de evaluación válidos y fiables, tales como:

• Test y Cuestionarios.

• Entrevistas.

• Técnicas y procedimientos de Autoobservación y Autoregistro.

• Registros de Observación.

• Registros Psicofisiológicos.

La evaluación es un proceso continuo que incluye una fase inicial, el seguimiento del mismo y la valoración total del proceso.

2. Planificación y Asesoramiento

La función de planificación y asesoramiento del Psicólogo de la Actividad Física y el Deporte persigue como objetivo fundamental ofrecer información y orientación a todas aquellas personas vinculadas de una u otra forma con la actividad física y el deporte, como son deportistas y practicantes en general, técnicos deportivos (entrenadores, preparadores físicos, médicos deportivos y fisioterapeutas), responsables de clubes y organizaciones deportivas, responsables políticos con competencias en el ámbito del deporte, etc.

El contenido del asesoramiento irá referido a los siguientes aspectos:

1. Los resultados y conclusiones de los procesos de evaluación psicológica y los estudios de investigación a través de los cuáles pueda llegar a establecerse la implicación de variables psicológicas en:

• El rendimiento deportivo.

• La adherencia a la actividad física y la práctica de una determinada modalidad deportiva.

• El estilo profesional del técnico deportivo, del responsable de una organización deportiva y del responsable político con competencia en el deporte.

• La consecución de los objetivos de los programas de la actividad física y deporte.

• Otras áreas emergentes.

2. Las alternativas y posibilidades de intervención psicológica más adecuadas en cada caso, las cuáles tienen que ver con las distintas vertientes de actuación.

3. La realización del planes, programas y proyectos deportivos.

4. La promoción del deporte y la práctica de la actividad física a nivel comunitario.

3. Intervención

La intervención del Psicólogo de la Actividad Física y el Deporte se desarrolla en los tres grandes ámbitos de aplicación que son el Deporte de Rendimiento (incluyendo el de alto rendimiento), el Deporte de Base e Iniciación y el Deporte de Ocio, Salud y Tiempo Libre.

Por lo tanto la función del psicólogo se circunscribe a las necesidades de estas áreas y se concreta en las siguientes intervenciones:

1. Entrenamiento Psicológico: desarrollo y mantenimiento de las habilidades psicológicas implicadas en la actividad física y el deporte (motivación, atención, concentración, autoinstrucciones, etc.).

2. Diseño y aplicación de estrategias psicológicas para el análisis, seguimiento y modificación de la actividad física y deportiva:

• Diseño y aplicación de estrategias psicológicas para la competición deportiva (tipo de competición, sistema de premios, espectadores, etc.)

• Diseño y aplicación de estrategias psicológicas para la gestión y dirección de entidades e instalaciones deportivas.

• Diseño y aplicación de estrategias psicológicas para facilitar el inicio y no abandono de la actividad física y el deporte.

• Diseño y aplicación de estrategias psicológicas para prevenir y/o mejorar la calidad de vida de las personas a través de la práctica física y deportiva.

• Diseño y aplicación de estrategias psicológicas para promocionar, difundir y facilitar la actividad física y deportiva a los distintos grupos sociales, así como su seguimiento directo e indirecto.

• Diseño y aplicación de estrategias psicológicas para promover la calidad y profesionalidad de las intervenciones en Psicología de la Actividad Física y el Deporte.

4. Educación y/o Formación

La función de educación y/o formación del Psicólogo de la Actividad Física y el Deporte se puede definir como la transmisión de contenidos sobre la actividad física y el deporte dirigido a las personas relacionadas con dicha actividad como son entrenadores, monitores, jueces, árbitros, médicos, fisioterapeutas, familiares, directivos, etc., a través de actividades regladas (cursos, master, jornadas, seminarios,...) u otras que forman parte de la propia intervención.

5. Investigación

La investigación es fundamental en este nuevo campo de la Psicología por ser la fuente principal de la formación y de la intervención. Debido a la variedad de ámbitos de aplicación, se pueden considerar múltiples objetos de estudio, en relación, a las funciones del Psicólogo de la Actividad Física y el Deporte, al conjunto de sus áreas de intervención y a la interacción con las personas o instituciones implicadas.

Ámbitos de Actuación

El Psicólogo de la Actividad Física y del Deporte desarrolla sus funciones en tres grandes campos de acción: el Deporte de Rendimiento, el Deporte de Base e Iniciación y el Deporte de Ocio, Salud y Tiempo Libre.

1. Deporte de Rendimiento

El Deporte de Rendimiento tiene como principal objeto la consecución de unos resultados óptimos en la competición deportiva, y se enmarca en una institución, organización o entidad, regulándose por una normativa de carácter institucional. Este tipo de deporte implica una práctica relativamente continuada (no esporádica), planificada y realizada habitualmente dentro de unos márgenes de edad, en función de la modalidad deportiva practicada, ya sea amateur o profesional.

El trabajo del Psicólogo de la Actividad Física y del Deporte consiste básicamente en entrenar habilidades psicológicas necesarias para que el deportista individual y/o colectivamente pueda enfrentarse con mayores recursos a la situación de competición deportiva y la mejora del rendimiento.

Las funciones del psicólogo dentro de este ámbito incluyen las mencionadas como propias de su desempeño profesional en el marco de este documento (evaluación, asesoramiento, intervención, formación, investigación, etc.) y más específicamente las siguientes:

1. Evaluación, entrenamiento y control de habilidades psicológicas específicas de las distintas modalidades deportivas.

2. Asesoramiento a los técnicos sobre planificación de objetivos, dirección de grupos, estrategias de comunicación, distribución de tareas, etc.

3. Asesoramiento directo a los deportistas sobre las relaciones con los medios de comunicación, finalización de la actividad, atención en caso de lesiones, etc.

4. Investigación, principalmente sobre técnicas de evaluación, control y entrenamiento, así como sobre programación y periodización del entrenamiento psicológico.

2. Deporte de Base e Iniciación

El Deporte de Base e Iniciación se refiere a la fase de inicio de la actividad físico-deportiva especialmente en edades tempranas. El deporte se ha convertido en un campo de desarrollo psicosocial básico para muchos niños y adolescentes. Hay que matizar, que el deporte contemplado desde esta perspectiva debe entenderse no tanto como actividad competitiva, sino como actividad lúdica y de desarrollo personal. El aprendizaje, la motivación, la interacción social y el disfrute con la actividad son, entre otros, aspectos prioritarios en esta etapa.

El objetivo fundamental del Psicólogo de la Actividad Física y el Deporte en este área es atender a la formación, aprendizaje y desarrollo de los practicantes (conocimientos, actitudes y valores), y sus funciones van destinadas específicamente a:

1. La orientación y asesoramiento especializado a los técnicos y responsables que intervienen en el deporte de base e iniciación.

2. Los familiares, para establecer un clima adecuado que favorezca la actividad físico-deportiva.

3. Los responsables y en general el personal de las administraciones e instituciones con competencias en la planificación y desarrollo de la actividad físico-deportiva.

4. La investigación y la evaluación para su posterior aplicación a la población normal y especial (con dificultades de aprendizaje, alteraciones psicomotrices, etc.).

5. La formación directa a los técnicos, monitores y entrenadores.

6. La intervención directa con los deportistas en sus etapas de aprendizaje e iniciación de la actividad, como por ejemplo el entrenamiento de habilidades psicológicas básicas.

3. Deporte de Ocio, Salud y Tiempo Libre (Juego y Recreación)

Existe amplio reconocimiento de los efectos beneficiosos producidos por la actividad física regular y el ejercicio, tanto desde el punto de vista físico como psicológico.

Los beneficios psicológicos no sólo son evidentes para la población normal, sino también para el tratamiento de los trastornos psicológicos tales como la depresión, la ansiedad, el estrés, el abuso de alcohol o de sustancias, etc. De igual forma, la práctica habitual de ejercicio físico puede resultar de utilidad en la prevención de trastornos psicológicos. Con este fin, se han elaborado y puesto en marcha distintos programas de actividad física con fines terapéuticos y de salud, contemplando la necesidad de evitar el fenómeno de abandono y facilitar la iniciación y la adherencia a los mismos; tareas que incumben plenamente al ámbito profesional de la Psicología.

Por otra parte, en esta área la intervención profesional de los psicólogos incluye las tareas destinadas a optimizar el desarrollo psicosocial de los niños y adolescentes a través de dos métodos globales: la mejora de la formación de los agentes psicosociales (padres y entrenadores fundamentalmente), y proporcionar a niños y jóvenes las estrategias más adecuadas para la valoración de sus logros, de acuerdo con la etapa evolutiva en que se encuentren.

En relación a la salud, se constata que en las organizaciones, los programas de actividad física incrementan la cohesión y satisfacción de sus miembros y facilitan conductas laborales positivas (aumento de la productividad, disminución del absentismo y de los días de baja por enfermedad). Además la práctica de la actividad física está fuertemente asociada con la reducción de los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, y en general de la morbilidad y mortalidad.

En síntesis, las funciones del Psicólogo de la Actividad Física y del Deporte en cuanto al ocio, salud y tiempo libre, girarán en torno a dos grandes ejes:

1. El conocimiento de los efectos psicológicos que puede comportar la realización de actividades físico-deportivas.

2. El conocimiento de los factores psicológicos implicados en la realización de dicha actividad.

Con el fin de conseguir una mayor operatividad y especificidad en la intervención, el tipo de población a quien va dirigido el Deporte de Juego y Recreación, se puede clasificar como sigue:

• Población común sedentaria.

• Población común con hábitos de salud y ocio adecuados.

• Población infantil y juvenil de iniciación.

• Población con necesidades especiales: tercera edad, minusvalías.

• Población en tiempo de ocio: turistas, ocio urbano, ocio rural,...

• Población con trastornos psicológicos.

• Población con alta incidencia de conductas de riesgo (prevención e intervención).

Formación

La formación en Psicología de la Actividad Física y el Deporte deberá incluir los contenidos básicos y fundamentales, los contenidos básicos y auxiliares y los contenidos complementarios.

1. Contenidos Básicos y Fundamentales

En la formación del Psicólogo de la Actividad Física y el Deporte existen una serie de materias cuyo conocimiento resulta imprescindible y que son:

1. Historia y modelos teóricos en Psicología del Deporte.

2. Metodología e instrumentación en la Actividad Física y el Deporte.

3. Procesos psicológicos básicos en la Actividad Física y el Deporte (atención, percepción, emoción, motivación, aprendizaje, etc.).

4. Relaciones interpersonales y de grupo (liderazgo, cohesión, socialización, comunicación, etc.).

5. Variables psicológicas relevantes en la Actividad Física y el Deporte como sistema de organización (instituciones, asociaciones, clubes, federaciones, deporte como espectáculo, publicidad, medios de comunicación, etc.).

6. Técnicas de asesoramiento e intervención en los procesos psicológicos del individuo, de los grupos y de las organizaciones.

7. Programas de preparación psicológica en la Actividad Física y el Deporte a nivel de entrenamiento, competición, arbitraje, juicio, dirección y espectáculo.

8. Conocimiento del Código Deontológico y del rol profesional del Psicólogo de la Actividad Física y del Deporte.

2. Contenidos Básicos y Auxiliares

La formación del Psicólogo de la Actividad Física y del Deporte se debe complementar con conocimientos auxiliares pero igualmente necesarios, que son:

1. Bases anatómico-estructurales, fisiológicas y biomecánicas de la Actividad Física y el Deporte.

2. Teoría de entrenamiento, análisis formal y funcional y reglamento del deporte.

3. Organización y estructura del deporte (legislación, administración, sociología y política del deporte).

3. Contenidos Complementarios

En los casos en que la formación se aplique a áreas de población con necesidades especiales, se deben incluir contenidos específicos propios de tales campos, como minusvalía, tercera edad, marginación, etc. Igualmente sería conveniente incluir temas referentes a las características específicas de cada deporte, incluyendo los menos practicados por la población general, pero que tienen representación a nivel nacional o internacional.

Acreditación

Los criterios de acreditación del Psicólogo de la Actividad Física y el Deporte que se proponen, se refieren a dos aspectos diferentes pero íntimamente vinculados, que son: la acreditación de la formación y la acreditación de los profesionales del área. Esta distinción se hace necesaria para dar respuesta a los profesionales que en la actualidad poseen formación y experiencia práctica, pero que por la recencia de la formalización de la formación reglada no han tenido la oportunidad de cursarla.

1. Acreditación de la Formación

La acreditación de la formación se entiende referida a la que se realiza tras la finalización de un primer y segundo ciclo de formación, impartido por la Universidad y que acredita la licenciatura en Psicología. Se trata, por tanto, de ordenar la formación de postgrado y la formación continua, que se realiza tanto en entidades públicas como privadas, y que será llevado a cabo por la Comisión de Acreditación del Colegio Oficial de Psicólogos, que actuará como órgano decisorio.



La Comisión de Acreditación del Colegio Oficial de Psicólogos estará asesorada por la Coordinadora de Psicología de la Actividad Física y del Deporte, en lo que se refiere a la acreditación de esta área, y será quien establezca los Tipos de Formación y también el Procedimiento de Acreditación, que incluirá: el nombre del curso o actividad y su justificación, los contenidos completos, la metodología a emplear, la duración de la actividad formativa, la identificación de la entidad promotora, el cuadro docente de profesores y colaboradores, el calendario previsto, los destinatarios del curso o actividad docente, la forma de evaluación y el presupuesto fijado.